viernes

¿Continuar?

¿Por qué hay que continuar? - ¡Vamos sigue luchando! - le dicen al púgil que ciego mancha de sangre a los jueces mientras le golpean en cámara lenta la mandíbula y ves como su cabeza se desplaza de noroeste a sureste. - ¡Tú puedes! - (esto último también puede estar a cámara lenta)

En ese momento, no sabe porqué está en el cuadrilátero, porqué coño se subió al ring, porqué un tío en calzoncillos de raso le está dando una paliza. ¿El desahucio? ¿su madre enferma? ¿El futuro de su hijo? ¿el cochazo? ¿la dignidad? ¿la fama? ¿Entonces qué mecanismo le hace continuar si no recuerda que diablos hace ahí?

Otra duda es ¿Por qué sus amigos le jalean para que continúe? ¿Creen que se librará de un cerebro de hamburguesa? ¿Creen que la paliza es reversible? ¿acaso alguna buena paliza lo es es?

Tras la paliza sucede... lo peor. Lo que vimos acercarse a nosotros, pedirnos asiento, arreglar su chaqueta para sentarse y sonreirnos ligeramente antes de ocuparse de la pelea. Sucedió.

El trozo de cerebro que le queda lo utiliza para recordar todo el combate. Todo particularizadamente. Sus movimientos, cada uno de los golpes, la mirada del contrario... Nunca concluye:
- "Debí dejarlo. No lo podía ganar"
¡Claro! ¡sólo le queda un cuarto de hamburguesa!

No piensa en los motivos, ni los recuerda, pero cada vez que vuelve a recorrer el cuadrilátero tiene que continuar, tiene que seguir luchando.
Casi todo se hace por los resultados y él siempre sabe que no tiene muchas posibilidades pero se mantiene. Una y otra vez se levanta. Debe pelear, porque si se para estaría muerto, como un tiburón.

jueves

Lo diminuto, lo atomico, mi vida

Cualquier fracaso es muy duro pero fracasar en lo pequeño es ridículo y cansado, muy cansado.

Me ahogo en el vaso de agua que es mi vida y lo realmente malo es ser consciente de su enanez.