lunes

A mis queridos seres queridos

"Protégeme señor de los que me quieren que de mis enemigos ya me encargo yo"

Anécdotas de este mes:

La opinión del ser-querido
En poco tiempo he recibido dos cartas de dos personas que como me querían mucho, mucho, mucho (uno de ellos solo me quería un mucho) me tenían que decir lo que sentían y por lo tanto me ponían a parir (con amor). Al final, por supuesto, me mandaban un beso y firmaban.
- Gracias he aprendido mucho de mi misma gracias a vuestras misivas.

Otro que no se quedo manco, es un amigo de mi amor (hombre-de-mi-vida que no puedo llamar novio por la convivencia -debe haber fines matrimoniales o no convivencia- y por la falta de matrimonio no puedo llamarlo marido. Estamos en el limbo del "amor con hipoteca". ¡Que me comprometa una sucursal bancaria me toca mucho los cojones! Me parece mucho más digno que lo haga un juez, un capitán de navío o incluso un cura enrollado que abomine de los pederastas) Bueno, pues este amigo es escritor y escribe sobre nosotros: dice que le parece una pesadez venirnos a ver y nos describe como pijo-progres-culturetas. Seguramente somos así pero de todas formas:
- Gracias amigo, nada como un buen amigo para abrirte los ojos. (Como ya llevo 3 de estos, quizá sería bueno cerrarlos un momento, aunque sólo sea para parpadear).

Pero ¿por qué me tienen que contar lo que opinan?
- Es que es lo que opinan
- Ah! Pero eso… Eso solo quiere decir que es: subjetivo y unilateral. No que sea más respetable. ¿Cómo me quiere me puede ponerme a parir a la cara? ¿Qué haría si no me quisiera? Hacerlo a mis espaldas probablemente. Pero cómo me quiere tengo la suerte de oírlo en directo. ¡OH! ¡Qué suerte tengo! ¡Buff, menos mal que me quiere! Espera, que me voy a pellizcar para darme cuenta de que no es un sueño.
Además utilizan genéricos: “siempre igual” “nunca lo haces” “como de costumbre” “ya estamos otra vez” No, no, no, no, hablemos de los casos concretos y cercanos. De los que me pueda defender. ¿Qué defensa hay contra un siempre?
- Siempre te enfadas.
- No, siempre no. Me he enfadado porque me has dejado tirada cuando hace una hora me dijiste que sí. Entonces fui al sitio, lo reservé, lo pagué y ¿ahora, cuando quedan 5 minutos para salir, no te apetece? Sí, siempre que me hagas esto me voy a enfadar. Es que tengo muy mal carácter, ya me conoces.

La defensa del ser querido
Una, gran amiga mía, se encuentra con una pelmaza-malagente con la que había tenido un rifirrafe hacía poco. Hablan del tema y mi amiga le dice: "mira yo no voy a hablar del tema porque es una de mis mejores amigas pero se le habrá ido la olla".
- Gracias por defenderme, mejor-amiga. Estoy deseando ver el segundo asalto para ver como la tumbas en mi defensa. (Por cierto, mi gran amiga quiere aparecer en el blog con el nickname de Cindy o Delfín Azul. Según ella hay en un contexto en que estos nombres no son una horterada. No recuerdo el contexto pero... La hago caso y si ella se quiere llamar Delfín Azul así se va a llamar, para eso es una de mis mejores amigas).

Por un lado: Mi amor, amordemivida. Que si tengo una bronca en la calle con un erizo no necesito que preguntes que ha pasado y que me digas que me calme delante del erizo: "cálmate cariño, no te pongas nerviosa ¿qué ha pasado?" No, no quiero que impartas justicia, ni quiero que des a entender al erizo que tengo tendencia al nerviosismo y que necesito que me calmen. Quiero que aplastes al erizo o que no digas nada. ¿Será este el momento adecuado para hacer ver al erizo que mi nerviosismo me viene dado por mi naturaleza y no por el hecho de que haya estado a punto de atropellarme regañándome acto seguido por cruzar la calle por un paso de cebra?
- Gracias amordemivida por ampliar mis horizontes y hacer que vea más allá del erizo.

Por otro lado están los amigos de siempre, los de toda-la-vida-de-dios, vaya-por-dios ¿Por qué tiene uno de lastrar toda su vida las mismas anécdotas? No. Eso esta bien. A mi me encanta: oírlas, contarlas, recontarlas... me gusta pero: ¿Por qué recuerdan siempre aquellas en las que uno hace tanto el ridículo? ¿Por qué: esas? ¿Y por qué se las cuentan a tus nuevos amigos? Son nuevos, no saben esas historias, no te conocen desde esa perspectiva. No tienen que saber cómo concretamente eras gilipollas a los 14, lo dan por supuesto. No necesitan imágenes a todo color.

Y por otro lado ¡cómo no! La Familia. La familia. "La familia y otros animales" "La familia va de excursión". Adoro a mi familia. Creo que con nadie me he cabreado nunca tanto. Y tantas veces. Somos 6 hermanos vivos y mi madre: densa, teatral, ingeniosa, sorprendente, culta, fútil, polémica... Todos acabamos siendo huérfanos (o muertos). Pero el verdadero huérfano, el de verdad, es el que se queda así de pequeño. Y los huérfanos somos distintos del resto. Cómo me dijo uno: "Bienvenida al club" No había maledicencia, era un aviso y era verdad: hay un club. Mi unión con mis hermanos es de cemento, nos buscamos, nos necesitamos, estamos solos con el resto del mundo. O solos contra el resto del mundo.
Como son tus hermanos te pueden dejar tirado en cualquier momento, sin excusas. Si se inventan una te puedes acabar enterando. Así que no mienten, no te engañan:
- Oye que no, que mejor no, que tengo otro plan.
– Ah. Yo no, claro, cómo había quedado contigo, no tengo ningún otro plan…
Y luego: esas cosas tan bonitas que solo un hermano puede decirte. Como no puede imponerte una imagen de si mismo (la tienes clarísima) Pues habla sin depurar, sin pudor. Entre su pensamiento y tu oído no hay ningún filtro de buena educación, por lo tanto te suelta cada lindeza. Y ¿Cuándo se reúnen porque está preocupados por el hermano que no está? Entonces apriétate los machos porque te va a caer una enorme cantidad de KK encima.

Por último los que no están: mi padre muerto, al que perdí sin casi conocerle, como quien pierde algo que no usa. Mi hermana muerta, que la perdí de madrugada -delanochealamañana. Una amiga de la que me deshice porque la quise mucho pero no era "buenagente" y otra que también quise mucho pero que era floja de entrepierna. Y ya no están, pero siguen ahí, jodiendo, convirtiendo monólogos en diálogos desde el máximo nivel de intimidad. Si os ibais a ir no haber entrado, que mi padre ha estado más muerto que vivo y me sigue pesando...

Y es que no hay defensa posible contra un ser querido. Porque Nunca - Nadie hablará tan mal de ti cómo un ser querido con otro ser querido: les preocupas. Y Nunca - Nadie te dirá peores cosas: el que te conoce, porque le has dejado, suele acertar más (es lógico) y además lo hacen por tu bien.

Así que: Queridos seres-queridos, por favor, no os preocupéis por mí.

"Más correa"

Recuerdo que eso era lo que me decía mi padre: "Más correa" No puedes saltar a la primera. La verdad es que ya no salto, antes saltaba, ahora es peor: me agarro un cabreo muy controlado y eso provoca verdadero pánico. Porque me vuelvo: muy lógica, muy rápida e implacable.

"Más correa" ¿Qué coño quiere decir eso?

Me dijo una vez uno: “te cargas de razones”. Parece lógico que para defender una postura recojas todas las razones por las cuales defiendes esa postura. El pensamiento lógico deductivo es aplastante lo que implica que si el otro da mejores razones dejaré de mantener mi postura y le daré la razón, pidiendo perdón si procede. Una conclusión lógica se vence con mejores razones. Parece respetable ¿no?

“Siempre quieres tener razón” No, siempre empiezo creyendo que tengo razón porque sino no defendería una postura, esperaría a tener suficientes datos para formular los silogismos que me llevarán a la conclusión y postura que defendería a partir de ese momento. Si no creo tener razón nunca defenderé una postura. Una conclusión lógica nunca se defiende sin un razonamiento lógico deductivo que lo avale. Tiene sentido ¿no?

Veamos una discusión típica entre la razón y la intuición. El intuitivo diría:
- Yo creo que sí.
- ¿En base a qué? (la razón)
- A que es mi opinión, igual que la tuya.
- No, yo la estoy defendiendo con argumentos ¿Cuáles son los tuyos?
- Pues que yo creo que si.
- Ya pero, si estás de acuerdo conmigo en el primer silogismo, porque me lo has dicho antes, y estás de acuerdo en el segundo. Y si el primero y el segundo conducen a una conclusión negativa ¿por qué crees que si?
- Pero es que no vas a tener tú siempre razón.
- …Yo te recomendaría tener razón alguna vez, o tener alguna razón alguna vez. Aunque solo sea para probar. Luego ya vuelves a tu sistema intuitivo.

Este tipo de situaciones me enciende la sangre “más correa” ¿”Más correa”? Será para estrangular al capullo que me dice esto. Me falta correa es verdad. Y eso que no grito, ya no grito. Me dicen:
- No me grites
- No, no te grito, mira: esto es gritar (me pongo a gritar mientras le digo) Notas la diferencia, antes no te estaba gritando, ahora si.

Yo, que he practicado mucho el dar la razón al que creo que la tiene, me he dado cuanta de que el que intuye (en vez de razonar) el que siente (en vez de pensar) casi nunca se desdice y he encontrado este verso de Machado:

"De diez cabezas nueve embisten y una piensa
No te extrañe que el cornudo se descuerne defendiendo la idea".

Más correa, más correa…